lunes, 4 de marzo de 2019

Martes, VIII Semana. Tiempo Ordinario

Color: VERDE
5 de marzo de 2019

Primera lectura
Lectura del libro del Eclesiástico (35,1-12):

QUIEN observa la ley multiplica las ofrendas,
quien guarda los mandamientos ofrece sacrificios de comunión.
Quien devuelve un favor hace una ofrenda de flor de harina,
quien da limosna ofrece sacrificios de alabanza.
Apartarse del mal es complacer al Señor,
un sacrificio de expiación es apartarse de la injusticia.
No te presentes ante el Señor con las manos vacías,
pues esto es lo que prescriben los mandamientos.
La ofrenda del justo enriquece el altar,
su perfume sube hasta el Altísimo.
El sacrificio del justo es aceptable,
su memorial no se olvidará.
Glorifica al Señor con generosidad,
y no escatimes las primicias de tus manos.
Cuando hagas tus ofrendas, pon cara alegre
y paga los diezmos de buena gana.
Da al Altísimo como él te ha dado a ti,
con generosidad, según tus posibilidades.
Porque el Señor sabe recompensar
y te devolverá siete veces más.
No trates de sobornar al Señor, porque no lo aceptará;
no te apoyes en sacrificio injusto.
Porque el Señor es juez,
y para él no cuenta el prestigio de las personas.

Palabra de Dios
Te Alabamos Señor

Salmo
Sal 49,5-6.7-8.14.23

R/. Al que sigue buen camino le haré ver la salvación de Dios

V/. «Congregadme a mis fieles, que sellaron mi pacto con un sacrificio».
Proclame el cielo su justicia; Dios en persona va a juzgar. R/.

V/. «Escucha, pueblo mío, voy a hablarte;
Israel, voy a dar testimonio contra ti;
—yo soy Dios, tu Dios
No te reprocho tus sacrificios, pues siempre están tus holocaustos ante mí». R/.

V/. Ofrece a Dios un sacrificio de alabanza,
cumple tus votos al Altísimo.
«El que me ofrece acción de gracias, ése me honra; al que sigue buen camino le haré ver la salvación de Dios». R/.

Lectura del santo evangelio según san Marcos (10,28-31):

EN aquel tiempo, Pedro se puso a decir a Jesús:
«Ya ves que nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido».
Jesús dijo:
«En verdad os digo que no hay nadie que haya dejado casa, o hermanos o hermanas, o madre o padre, o hijos o tierras, por mí y por el Evangelio, que no reciba ahora, en este tiempo, cien veces más —casas y hermanos y hermanas y madres e hijos y tierras, con persecuciones— y en la edad futura, vida eterna. Muchos primeros serán últimos, y muchos últimos primeros».

Palabra del Señor
Gloria a ti Señor Jesús

REFLEXIONANDO LA PALABRA

Queridos hermanos, en este Evangelio de Marcos vemos como una antítesis del Evangelio que hemos leído el día de ayer, que se trata del joven rico. En este Evangelio vemos cómo Pedro se anima a seguirlo a Jesús, como un desafío, y a diferencia del joven rico que cuando se le dice que le faltaba para ser perfecto era dejar todo, el joven rico se fue entristecido; Pedro, y sus discípulos, se animaron a seguirlo a Cristo.

La promesa de nuestro Señor es que aquel que se anima a dejar todo por el Evangelio tendrá mucho más, cien veces más, el Señor te lo promete, te lo promete ya aquí en esta vida y después en la vida del mundo futuro.

Debemos creerle a nuestro Señor, porque si es Cristo el que te está prometiendo, es el mismo Dios. Jesús no nos promete que la vida del discípulo va a ser una vida fácil, Jesús nos promete que a los discípulos nos va a dar la paz interior, que vamos a tener luchas, que vamos a tener dolor, que vas a tener una cruz pesada, pero Él está contigo, esa es la alegría del cristiano.

Más allá de eso, de todo lo que Jesús te puede dar en esta vida, que es paz interior, que es lo más grande que el hombre puede tener, te promete la vida eterna. Entonces, vale la pena dejarlo todo por Cristo, por la causa del Evangelio; y dejarlo todo significa ponerlo a Dios en primer lugar, dejar madre, padre, hijos, campo; significa poner a Cristo en primer lugar. No te pide que abandones a tu familia, te pide que lo pongas a Cristo en el primer lugar, que Él sea el centro de tu familia, de tu negocio. El Señor pide que recemos antes de comenzar una tarea, como encomendando la obra a Él, y Él te va a bendecir, te pide que bendigas la mesa y no te va a hacer faltar el pan; pide que bendigas tu negocio y Él te va a bendecir; pide que seas honesto, y Él te va a bendecir.

Si le creemos a Dios, va a hacer maravillas, Él te va a salvar, si le crees realmente la Palabra viva y eficaz de nuestro Señor vas a ver cómo Él salva tu alma.

Vale la pena ser un cristiano honesto, ser un cristiano que da testimonio, vale la pena ser un cristiano que se juega por Dios.

Hermanos, el desafío que el Evangelio hoy nos propone es confiar y entregarnos plenamente a Él, que Él sea el que ponga siempre la piedra fundamental, y nosotros vamos por detrás. Y vas a ver que no hay mejor empresario que Cristo, que no hay mejor conductor de tu familia que Cristo, que no hay mejor educador que Cristo, porque Él es el que va delante de tu familia, delante de tu vida, delante de tu empresa, delante de tus obras.

Hermano, fuerza, ánimo y sigue adelante, sigue predicando el Evangelio, el Señor te va a bendecir.

Sacerdote José Alirio Lagarejo Palomeque

"Yo he venido para que tengan vida y vida en abundancia" (Jn 10,10).✍

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

LECTURAS: Lunes, XXXII Semana. Tiempo Ordinario: 7 de noviembre del 2022

  XXXII Semana.  Tiempo Ordinario   Lunes, 7 de noviembre del 2022   Color:  VERDE Si siete veces vuelve tu hermano arrepentido, perdónalo P...

Las más visitadas