jueves, 4 de julio de 2019

Viernes, XIII Semana. Tiempo Ordinario

(San Antonio María Zacaría)
Color: VERDE/BLANCO

5 de julio de 2019

Primera lectura
Lectura del libro del Génesis (23,1-4.19;24,1-8.62-67):

Sara vivió ciento veintisiete años, y murió en Villa Arbá (hoy Hebrón), en país cananeo. Abrahán fue a hacer duelo y a llorar a su mujer. Después dejó a su difunta y habló a los hititas: «Yo soy un forastero residente entre vosotros. Dadme un sepulcro en propiedad, en terreno vuestro, para enterrar a mi difunta.»
Después Abrahán enterró a Sara, su mujer, en la cueva del campo de Macpela, frente a Mambré (hoy Hebrón), en país cananeo. Abrahán era viejo, de edad avanzada, el Señor lo había bendecido en todo. Abrahán dijo al criado más viejo de su casa, que administraba todas las posesiones: «Pon tu mano bajo mi muslo, y júrame por el Señor, Dios del cielo y Dios de la tierra, que, cuando le busques mujer a mi hijo, no la escogerás entre los cananeos, en cuya tierra habito, sino que irás a mi tierra nativa, y allí buscarás mujer a mi hijo Isaac.»
El criado contestó: «Y si la mujer no quiere venir conmigo a esta tierra, ¿tengo que llevar a tu hijo a la tierra de donde saliste?»
Abrahán le replicó: «De ninguna manera lleves a mi hijo allá. El Señor, Dios del cielo, que me sacó de la casa paterna y del país nativo, que me juró: "A tu descendencia daré esta tierra", enviará su ángel delante de ti, y traerás de allí mujer para mi hijo. Pero, si la mujer no quiere venir contigo, quedas libre del juramento. Sólo que a mi hijo no lo lleves allá.»
Mucho tiempo después, Isaac se había trasladado del "Pozo del que vive y ve" al territorio del Negueb. Una tarde, salió a pasear por el campo y, alzando la vista, vio acercarse unos camellos. También Rebeca alzó la vista y, al ver a Isaac, bajó del camello y dijo al criado: «¿Quién es aquel hombre que viene en dirección nuestra por el campo?»
Respondió el criado: «Es mi amo.»
Y ella tomó el velo y se cubrió. El criado le contó a Isaac todo lo que había hecho. Isaac la metió en la tienda de su madre Sara, la tomó por esposa y con su amor se consoló de la muerte de su madre.

Palabra de Dios
Te alabamos Señor

Salmo
Sal 105

R/. Dad gracias al Señor porque es bueno

Dad gracias al Señor porque es bueno,
porque es eterna su misericordia. ¿Quién podrá contar las hazañas de Dios,
pregonar toda su alabanza? R/.

Dichosos los que respetan el derecho
y practican siempre la justicia. Acuérdate de mí por amor a tu pueblo. R/.

Visítame con tu salvación: para que vea la dicha de tus escogidos, y me alegre con la alegría de tu pueblo, y me gloríe con tu heredad. R/.


Lectura del santo evangelio según san Mateo (9,9-13):

En aquel tiempo, vio Jesús al pasar a un hombre llamado Mateo, sentado al mostrador de los impuestos, y le dijo: «Sígueme.»
Él se levantó y lo siguió. Y, estando en la mesa en casa de Mateo, muchos publicanos y pecadores, que habían acudido, se sentaron con Jesús y sus discípulos.
Los fariseos, al verlo, preguntaron a los discípulos: «¿Cómo es que vuestro maestro come con publicanos y pecadores?»
Jesús lo oyó y dijo: «No tienen necesidad de médico los sanos, sino los enfermos. Andad, aprended lo que significa "misericordia quiero y no sacrificios": que no he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores.»

Palabra del Señor
Gloria a ti Señor Jesús

REFLEXIONANDO LA PALABRA

Continuamos aprendiendo del proceso de fe vivido por Abrahán a quien Dios prometió tierra y descendencia. Lo que no sabíamos hasta ahora era que dicha promesa no lo haría dueño a perpetuidad ni de manera absoluta. En tierra extranjera, en su condición de migrante, tiene que comprar el lugar para dar sepultura a su mujer. Cuando Dios habla de bendecir con familia, trabajo, techo o alimento, no lo hace con la finalidad de generar hijos codiciosos; más bien, espera que se conviertan en testigos de su providencia, siendo, a su vez, providentes.

Disfrutamos de una existencia limitada en un mundo de recursos limitados bajo un sistema que nos ha hecho creer, equivocadamente, que podemos vivir sin límites. Sabemos que en nuestro mundo muchos sufren, por la injusta distribución de los bienes de la tierra, fruto de la ambición desmedida de algunas personas.

En sintonía con la primera lectura, que presenta al patriarca sin privilegios, Jesús nos recuerda que la vida no ha de reducirse a la obtención de prestigio o seguridades materiales. Mateo, un cobrador de impuestos, es invitado a dejar la estructura de recaudación que enriquecía al imperio. Quien engrosaba las arcas del imperio era considerada personas non grata porque traicionaba a su misma gente. Jesús lo llama a ser parte de la dinámica del Reino donde lo material no es enteramente relativo, pero su finalidad es comunitaria.

El sistema-mundo globalizado se ha encargado inteligentemente de capacitar y especializar personas con la única finalidad de producir dinero. Y está más que comprobado que el mercado más que personas necesita consumidores. No se puede ser esclavo ni cómplice de un sistema insaciable que deshumaniza y empobrece. Somos muchos los que, como Mateo, estamos invitados a recuperar la libertad y ayudar a otros a liberarse.

Pidamos a Dios nos libre de la codicia y el acaparamiento. Atendamos fielmente al llamado de Jesús y sigámosle por la senda del compartir solidario.

Fraternalmente tu hermano en la fe José Alirio Lagarejo Palomeque

"Yo he venido para que tengan vida y vida en abundancia" (Jn 10,10).✍

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