Color: VERDE
8 de febrero de 2020
Primera lectura
Lectura del primer libro de Reyes 3, 4-13
En aquellos días, el rey Salomón acudió a Gabaón a
ofrecer mil holocaustos sobre aquel altar, pues era aún el santuario
principal.
Aquella noche el Señor se apareció allí en sueños a
Salomón y le dijo:
«Pídeme lo que deseas que te dé».
Salomón respondió:
«Has actuado con gran benevolencia hacia tu siervo
David, mi padre, porque caminaba en tu presencia con lealtad, justicia y
rectitud de corazón. Has tenido para con él una gran benevolencia,
concediéndole un hijo que había de sentarse en su trono, como sucede en este
día.
Pues bien, Señor mi Dios: Tú has hecho rey a tu siervo
en lugar de David mi padre, pero yo soy un muchacho joven y no sé por dónde
empezar o terminar. Tu siervo está en medio de tu pueblo, el que tú te
elegiste, un pueblo tan numeroso que no se puede contar ni calcular. Concede,
pues, a tu siervo, un corazón atento para juzgar a tu pueblo y discernir entre
el bien y el mal. Pues, cierto, ¿quién podrá hacer justicia a este pueblo tuyo
tan inmenso?».
Agradó al Señor esta súplica de Salomón.
Entonces le dijo Dios:
«Por haberme pedido esto y no una vida larga o
riquezas para ti, por no haberme pedido la vida de tus enemigos sino
inteligencia para atender a la justicia, yo obraré según tu palabra: te
concedo, pues, un corazón sabio e inteligente, como no ha habido antes de ti ni
surgirá otro igual después de ti.
Te concedo también aquello que no has pedido, riquezas
y gloria mayores que las de ningún otro rey mientras vivas».
PALABRA DE DIOS
TE ALABAMOS SEÑOR
Salmo
Sal 118, 9. 10. 11. 12. 13. 14
R/. Enséñame, Señor, tus decretos
¿Cómo podrá un joven andar honestamente?
Cumpliendo tus palabras. R/.
Te busco de todo corazón,
no consientas que me desvíe de tus mandamientos. R/.
En mi corazón escondo tus consignas,
así no pecaré contra ti. R/.
Bendito eres, Señor,
enséñame tus decretos. R/.
Mis labios van enumerando
todos los mandamientos de tu boca. R/.
Mi alegría es el camino de tus preceptos,
más que todas las riquezas. R/.
Lectura del santo evangelio según san Marcos 6, 30-34
En aquel tiempo, los apóstoles volvieron a reunirse
con Jesús, y le contaron todo lo que habían hecho y enseñado.
Él les dijo:
«Venid vosotros a solas a un lugar desierto a
descansar un poco».
Porque eran tantos los que iban y venían, que no
encontraban tiempo ni para comer.
Se fueron en barca a solas a un lugar desierto.
Muchos los vieron marcharse y los reconocieron;
entonces de todas las aldeas fueron corriendo por tierra a aquel sitio y se les
adelantaron. Al desembarcar, Jesús vio una multitud y se compadeció de ella,
porque andaban como ovejas que no tienen pastor; y se puso a enseñarles muchas
cosas.
PALABRA DEL SEÑOR
GLORIA A TI SEÑOR JESÚS
REFLEXIÓN DEL EVANGELIO DE HOY SÁBADO 08 DE FEBRERO DE
2020
"Da a tu siervo un corazón dócil para gobernar a
tu pueblo"
En este pasaje se nos relata un sueño. En la Biblia y
en muchas ocasiones vemos a Dios revelarse por este medio, y en esta ocasión es
a Salomón, hijo de David, y heredero de su trono.
Lo que impresiona y agrada a Dios es que ante su
ofrecimiento a concederle lo que desee, no pide nada para él, ni poder, ni
riquezas, ni salud… Pide un corazón dócil para llevar a cabo su misión de
gobernar a su pueblo.
Responsabilidad, humildad, aceptación de las propias
limitaciones (“soy un muchacho y no sé desenvolverme”). Le pide también
discernimiento para ser justo y obrar el bien.
Este pasaje nos tiene que hacer reflexionar sobre qué
es lo que le pedimos a Dios, y si ponemos en sus manos con respeto,
responsabilidad y humildad toda nuestra vida, nuestros proyectos personales de
familia, de comunidad… si somos capaces de reconocer nuestras debilidades y
nuestras incapacidades de servir, y por tanto ponernos en las manos del Señor
para llevar a cabo toda nuestra vida.
La humildad, la responsabilidad, el pensar en los
demás antes que en nosotros mismos, siempre tiene una compensación: Dios nos da
más de lo que pedimos, siempre que lo hagamos con humildad y con intención de
servicio.
"Andaban como ovejas sin pastor"
En este IV sábado del tiempo ordinario, la Palabra de
Dios nos presenta a un Jesús que se apiada de los que se acercan a Él, los
acoge y les enseña con calma.
El proyecto de Jesús era reunirse con los más íntimos,
pues eran muchos los que lo seguían y no encontraba un momento tranquilo para
reunirse con ellos e instruirlos. Pero la gente lo buscaba, lo necesitaban,
querían oír sus palabras. Y Jesús se apiada, pospone sus proyectos y les enseña
con calma.
Cambiar de planes, apiadarse, enseñar… y encima, con
calma. ¡Qué difícil! Ya cambiar nuestros planes nos cuesta, nuestros proyectos
siempre queremos que vayan adelante, y para nosotros son lo primero. Pero
además apiadarse de la persona o personas que nos rodean, ver en ellos el resto
de los preferidos del Señor, los que andan como ovejas sin pastor, y
atenderlos, escucharlos, cuidarlos… y todo con calma.
Hoy este evangelio nos anima a cambiar nuestras
actitudes, a imitar a Jesús. En nuestros trabajos, en nuestros apostolados…
tenemos que estar alerta a las personas que nos rodean, ellas son las
importantes. En la catequesis los importantes son los niños, los jóvenes, las
familias; en las actividades de caridad, ellos son los importantes; en nuestras
familias y comunidades, los otros son los importantes.
Y nosotros debemos estar atentos a los demás, a sus
necesidades, y todo con calma, con la paz que nos lleva a actuar con Amor.
José Alirio Lagarejo Palomeque
Sacerdote
Que Dios llene de paz tu casa y bendiga tu vida rica y
abundantemente ✍
Hechos
que son Noticias
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