“El hombre proyecta muchos planes, pero sólo
se realiza el que quiere el Señor” Prov 19, 21)
LA PALABRA CADA DÍA
Lunes, IV Semana de Cuaresma. Ciclo A
Color: MORADO
23 de marzo de 2020
Primera lectura
Lectura del libro de Isaías 65, 17-21
Esto dice el Señor:
«Mirad: voy a crear un nuevo cielo
y una nueva tierra:
de las cosas pasadas
ni habrá recuerdo ni vendrá pensamiento.
Regocijaos, alegraos por siempre
por lo que voy a crear:
yo creo a Jerusalén “alegría”,
y a su pueblo, “júbilo”.
Me alegraré por Jerusalén
y me regocijaré con mi pueblo,
ya no se oirá en ella ni llanto ni gemido;
ya no habrá allí niño
que dure pocos días,
ni adulto que no colme sus años,
pues será joven quien muera a los cien años,
y quien no los alcance se tendrá por maldito.
Construirán casas y las habitarán,
plantarán viñas y comerán los frutos».
Palabra de Dios
Te alabamos Señor
Salmo
Sal 29, 2 y 4. 5-6. 11-12a y 13b
R/. Te ensalzaré, Señor, porque me has librado
Te ensalzaré, Señor, porque me has librado
y no has dejado que mis enemigos se rían de mí.
Señor, sacaste mi vida del abismo,
me hiciste revivir cuando bajaba a la fosa. R/.
Tañed para el Señor, fieles suyos,
celebrad el recuerdo de su nombre santo;
su cólera dura un instante;
su bondad, de por vida;
al atardecer nos visita el llanto;
por la mañana, el júbilo. R/.
Escucha, Señor, y ten piedad de mí;
Señor, socórreme.
Cambiaste mi luto en danzas.
Señor, Dios mío, te daré gracias por siempre. R/.
Lectura del santo evangelio según san Juan 4, 43-54
«Un profeta no es estimado en su propia patria».
Cuando llegó a Galilea, los galileos lo recibieron
bien, porque habían visto todo lo que había hecho en Jerusalén durante la
fiesta, pues también ellos habían ido a la fiesta.
Fue Jesús otra vez a Caná de Galilea, donde había
convertido el agua en vino.
Había un funcionario real que tenía un hijo enfermo en
Cafarnaún. Oyendo que Jesús había llegado de Judea a Galilea, fue a verlo, y le
pedía que bajase a curar a su hijo que estaba muriéndose.
Jesús le dijo:
«Si no veis signos y prodigios, no creéis».
El funcionario insiste:
«Señor, baja antes de que se muera mi niño».
Jesús le contesta:
«Anda, tu hijo vive».
El hombre creyó en la palabra de Jesús y se puso en
camino. Iba ya bajando, cuando sus criados vinieron a su encuentro diciéndole
que su hijo vivía. Él les preguntó a qué hora había empezado la mejoría. Y le
contestaron:
«Ayer a la hora séptima lo dejó la fiebre».
El padre cayó en la cuenta de que esa era la hora en
que Jesús le había dicho: «Tu hijo vive». Y creyó él con toda su familia. Este
segundo signo lo hizo Jesús al llegar de Judea a Galilea.
PALABRA DEL SEÑOR
GLORIA A TI SEÑOR JESÚS
El Señor me escuchó y tuvo compasión de mí. El Señor se ha hecho mi auxilio (Sal 29,11) ✍
Hechos que son Noticias
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