jueves, 25 de julio de 2019

San Juaquin y santa Ana

padres de la Virgen María

Viernes, 26 de julio de 2019

Color: BLANCO

Primera lectura

Lectura del libro del Eclesiástico (44,1.10-15):

Hagamos el elogio de los hombres de bien, de la serie de nuestros antepasados. Fueron hombres de bien, su esperanza no se acabó; sus bienes perduran en su descendencia, su heredad pasó de hijos a nietos. Sus hijos siguen fieles a la alianza, y también sus nietos, gracias a ellos. Su recuerdo dura por siempre, su caridad no se olvidará. Sepultados sus cuerpos en paz, vive su fama por generaciones; el pueblo cuenta su sabiduría, la asamblea pregona su alabanza.

Palabra de Dios
Te alabamos Señor

Salmo
Sal 131

R/. El Señor Dios le ha dado el trono de David, su padre

El Señor ha jurado a David una promesa que no retractará: «A uno de tu linaje pondré sobre tu trono.» R/.

Porque el Señor ha elegido a Sión,
ha deseado vivir en ella: «Esta es mi mansión por siempre,
aquí viviré, porque la deseo.» R/.

«Haré germinar el vigor de David,
enciendo una lámpara para mi Ungido.
A sus enemigos los vestiré de ignominia,
sobre él brillará mi diadema.» R/.

Evangelio

Lectura del santo evangelio según san Mateo (13,16-17):

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «¡Dichosos vuestros ojos, porque ven, y vuestros oídos, porque oyen! Os aseguro que muchos profetas y justos desearon ver lo que veis vosotros y no lo vieron, y oír lo que oís y no lo oyeron.»

REFLEXIONANDO LA PALABRA


En el Evangelio (Mt 13:10-17) se acerca Jesús a sus discípulos y estos le dicen: “¿Por qué les hablas en parábolas?”, refiriéndose a la multitud, a quien Jesús le habla sólo en parábolas, mejor dicho: ¿Cuál es el motivo de esta diferenciación? Responde Jesús: “Es que a vosotros se os ha dado el conocer los misterios del Reino de los Cielos, pero a ellos no. Porque a quien tiene se le dará y le sobrará; pero a quien no tiene, aun lo que tiene se le quitará. Por eso les hablo en parábolas, porque viendo no ven, y oyendo no oyen ni entienden. En ellos se cumple la profecía de Isaías: “Oír, oiréis, pero no entenderéis, mirar, miraréis, pero no veréis. Porque se ha embotado el corazón de este pueblo, han hecho duros sus oídos, y sus ojos han cerrado; no sea que vean con sus ojos, con sus oídos oigan, con su corazón entiendan y se conviertan, y yo los sane.” ¡Pero dichosos vuestros ojos, porque ven, y vuestros oídos, porque oyen! Pues os aseguro que muchos profetas y justos desearon ver lo que vosotros veis, pero no lo vieron, y oír lo que vosotros oís, pero no lo oyeron.” Podría pensarse en un privilegio dado a algunos el conocer los secretos del Reino de Dios; en otras palabras, que es dado para quienes comprenden y negado para quieres no comprenden pero no es así. La Buena Noticia del Reino es expuesta en parábolas y asequible a todos, depende es la actitud: de acogida o de rechazo, pues sólo quien se acerca a Jesús con sencillez, humildad, fe, apertura y esperanza en el cumplimiento de las promesas del Señor y optando o decidiéndose por Él comprenderá su Palabra. Luego, es fruto de un camino de fe y conversión; por ende, requiere de gran esfuerzo. No es un simple oír la Palabra y dejarla pasar o que ésta resbale exteriormente sino que se debe escuchar para que toque e impregne la vida. Jesús mismo agrega que a quien le habla en parábolas y no ve ni entiende se le aplica la profecía de Isaías (6:9-10), según la cual se puede oír pero no entender, mirar pero no ver, todo porque se ha embotado el corazón del ser humano, haciendo duros sus oídos y cerrado sus ojos; todo para que no ver con sus ojos, con los oídos oír, con su corazón entender y convertirse para ser sanados por Dios. De ahí que se deba estar siempre atento al mensaje de salvación del Reino de Dios dado por Cristo para acogerlo y entenderlo, y así convertirse y ser sanado por Jesús, porque quien endurece el corazón se encierra en sí mismo y pierde esta gracia o don que viene de Dios. El papa Francisco manifiesta que “en el fondo, la verdadera “Parábola” de Dios es Jesús mismo, su Persona, que, en el signo de la humanidad, oculta y al mismo tiempo revela la divinidad. De esta manera Dios no obliga a creer en Él sino que atrae hacia sí con la verdad y la bondad de su Hijo Encarnado: de hecho, el amor respeta siempre la libertad.”

Fraternalmente tu hermano en la fe José Alirio Lagarejo Palomeque

"Yo he venido para que tengan vida y vida en abundancia" (Jn 10,10).✍

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

LECTURAS: Lunes, XXXII Semana. Tiempo Ordinario: 7 de noviembre del 2022

  XXXII Semana.  Tiempo Ordinario   Lunes, 7 de noviembre del 2022   Color:  VERDE Si siete veces vuelve tu hermano arrepentido, perdónalo P...

Las más visitadas