jueves, 18 de julio de 2019

Viernes, XV Semana. Tiempo Ordinario

Color: VERDE

19 de julio de 2019

Primera lectura
Lectura del libro del Éxodo (11,10-12.14):

En aquellos días, Moisés y Aarón hicieron muchos prodigios en presencia del Faraón; pero el Señor hizo que el Faraón se empeñara en no dejar marchar a los israelitas de su territorio.
Dijo el Señor a Moisés y a Aarón en tierra de Egipto: «Este mes será para vosotros el principal de los meses; será para vosotros el primer mes del año. Decid a toda la asamblea de Israel: "El diez de este mes cada uno procurará un animal para su familia, uno por casa. Si la familia es demasiado pequeña para comérselo, que se junte con el vecino de casa, hasta completar el número de personas; y cada uno comerá su parte hasta terminarlo. Será un animal sin defecto, macho, de un año, cordero o cabrito. Lo guardaréis hasta el día catorce del mes, y toda la asamblea de Israel lo matará al atardecer. Tomaréis la sangre y rociaréis las dos jambas y el dintel de la casa donde lo hayáis comido. Esa noche comeréis la carne, asada a fuego, comeréis panes sin fermentar y verduras amargas. No comeréis de ella nada crudo ni cocido en agua, sino asado a fuego: con cabeza, patas y entrañas. No dejaréis restos para la mañana siguiente; y, si sobra algo, lo quemaréis. Y lo comeréis así: la cintura ceñida, las sandalias en los pies, un bastón en la mano; y os lo comeréis a toda prisa, porque es la Pascua, el paso del Señor. Esta noche pasaré por todo el país de Egipto, dando muerte a todos sus primogénitos, de hombres y de animales; y haré justicia de todos los dioses de Egipto. Yo soy el Señor. La sangre será vuestra señal en las casas donde estéis; cuando vea la sangre, pasaré de largo; no os tocará la plaga exterminadora, cuando yo pase hiriendo a Egipto. Este día será para vosotros memorable, en él celebraréis la fiesta del Señor, ley perpetua para todas las generaciones."»

Palabra de Dios
Te alabamos Señor

Salmo
Sal 115,12-13.15-16be.17-18

R/. Alzaré la copa de la salvación, invocando el nombre del Señor

Mucho le cuesta al Señor la muerte de sus fieles. Siervo tuyo soy, hijo de tu esclava:
rompiste mis cadenas. R/.

Te ofreceré un sacrificio de alabanza,
invocando tu nombre, Señor. Cumpliré al Señor mis votos en presencia de todo el pueblo. R/.

Lectura del santo evangelio según san Mateo (12,1-8):

Un sábado de aquéllos, Jesús atravesaba un sembrado; los discípulos, que tenían hambre, empezaron a arrancar espigas y a comérselas.
Los fariseos, al verlo, le dijeron: «Mira, tus discípulos están haciendo una cosa que no está permitida en sábado.»
Les replicó: «¿No habéis leído lo que hizo David, cuando él y sus hombres sintieron hambre? Entró en la casa de Dios y comieron de los panes presentados, cosa que no les estaba permitida ni a él ni a sus compañeros, sino sólo a los sacerdotes. ¿Y no habéis leído en la Ley que los sacerdotes pueden violar el sábado en el templo sin incurrir en culpa? Pues os digo que aquí hay uno que es más que el templo. Si comprendierais lo que significa "quiero misericordia y no sacrificio", no condenaríais a los que no tienen culpa. Porque el Hijo del hombre es señor del sábado.»

Palabra del Señor
Gloria a ti Señor Jesús

REFLEXIONANDO LA PALABRA

El contexto bíblico nos ubica en un campo de sembrado de cereales los cuales solían estar en algunos caminos y ocurrían en la época del año de la primavera hasta mediados del verano, antes de la ciega. Generalmente solo existían dos regiones donde este tipo de campo sembrado podía estar, el primero, en Palestina, en el cálido valle del Jordán, la cebada madura durante el mes de abril; el segundo, en TransJordania y la región oriental del Mar de Galilea el trigo se cosechaba en agosto. En el texto no se dice exactamente cuando fue que Jesús y sus discípulos pasaron por los campos sembrados de grano, tampoco podemos saber si se trataba de trigo o cebada el grano que los discípulos arrancaban. La acusación de los fariseos en contra de los discípulos de Jesús no era porque los discípulos estuvieran robando los granos del campo, sino más bien porque estaba violando una de sus normas religiosas, el trabajar sábado: Viéndolo los fariseos, le dijeron: He aquí tus discípulos hacen lo que no es lícito hacer en el día de reposo. En la ley mosaica estaba permitido que los viajeros que tuvieran hambre se acercaran a los campos y recogieran granos en una cantidad necesaria solo para saciarse y lo que su mano les permitiera llevar, nunca mayores cantidades porque podría interpretarse como robo: “Cuando entres en la mies de tu prójimo, podrás arrancar espigas con tu mano; mas no aplicarás hoz a la mies de tu prójimo”, (Deuteronomio 23:25). No obstante, la molestia de los fariseos no era porque los discípulos arrancaban y comían los granos de un campo ajeno, porque violaban la ley de no trabajar en el día sábado. Definitivamente el guardar el día de reposo, shabbát (שַׁבָּת) en hebreo era uno de los mandamientos del decálogo: “Acuérdate del día de reposo para santificarlo”, (Éxodo 20:8), el hecho de santificar este día estaba relacionado con tratarlo de manera diferente al resto de los días de la semana, por lo que muchas tarea cotidianas se dejaban de hacer, entre ellos el trabajar con el fin de acercarse más a Dios. El violar esta ley significo la muerte de un israelita en tiempos de la peregrinación en el desierto: “Estando los hijos de Israel en el desierto, hallaron a un hombre que recogía leña en día de reposo… Y Jehová dijo a Moisés: Irremisiblemente muera aquel hombre; apedréelo toda la congregación fuera del campamento”, (Números 15:32,35). Por tanto, era prohibido trabajar ese día y su desobediencia se pagaba con la muerte: “Seis días se trabajará, más el día séptimo es día de reposo consagrado a Jehová; cualquiera que trabaje en el día de reposo, ciertamente morirá”, (Éxodo 31:15). Ahora bien, el problema con esta ley estaba en la interpretación que los fariseos tenían en cuanto a realizar un trabajo, y así llegaron a establecer un catálogo con treinta y nueve trabajos principales subdivididos en muchas categorías menores, de modo que, por ejemplo, arrancar espigas se consideraba cosechar, y el restregarlas para sacar el grano se consideraba trillar, y ambas acciones se consideraban como un trabajo: “Aconteció en un día de reposo, que pasando Jesús por los sembrados, sus discípulos arrancaban espigas y comían, restregándolas con las manos”, (Lucas 6:1). Sin embargo, a pesar de esto Jesús está dispuesto a contradecir una vez más sus tradiciones religiosas y mala interpretación de la escritura por lo que les hará ver que la necesidad humana está por encima de cualquiera de ellas.

                Si bien es cierto era día de reposo y la ley mandaba guardarlo, pero jamás la ley fue promulgada para estar por encima de las necesidades y bienestar humano. Allí estaban los discípulos hambrientos y Jesús les permitió arrancar el grano de las espigas y consumir nada más que el necesario para solventar su necesidad, pero esto molestó mucho a los fariseos que solo se preocupaban por cumplir muchas de sus tradiciones religiosas que le habían agregado a la verdadera ley de Dios y por eso Jesús les muestra su error apelando a cuatro fuentes de autoridad. Veámoslas.

Fraternalmente tu hermano en la fe José Alirio Lagarejo Palomeque

"Yo he venido para que tengan vida y vida en abundancia" (Jn 10,10).✍

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