Saludos hermanos y
hermanas.
Vivamos este día
lleno del amor de Dios, cargados de fe, de esperanza, de alegría, de entusiasmo.
Dios habita en medio de nosotros, ha puesto su morada aquí. Abramos nuestra
mente y nuestro corazón a su acción salvadora para que él haga su obra…
Dice la Palabra:
“… A todo sarmiento mío que no da fruto lo arranca, y a todo el que da fruto lo
poda, para que dé más fruto”. (Jn 15,1-8).
Todos necesitamos
ese proceso de poda. Seguro que hemos dado buenos frutos, pero no todo es
bueno. En algún momento necesitamos el proceso de poda. De cortar ramas, cosas,
situaciones, palabras, pensamientos, sentimientos, acciones, hábitos que no nos
sirven, que entorpecen nuestro desarrollo. Dejemos que el Padre nos pode. Si
hemos tenido pérdidas de algún tipo, situaciones incómodas, pensemos el Padre
nos está podando para que demos mejores frutos, para estar mejor. Algo bueno
está por venir porque el Padre Dios quiere siempre lo mejor para sus hijos muy
amados.
El Evangelio
insiste en la necedad de permanecer porque muchas veces los seres humanos
hacemos planes, proyectos, empezamos a ejecutarlos y los dejamos tirados. De
ahí que decían nuestros viejos: “de buenas intenciones está hecho el infierno”.
Así que no se trata simplemente de buenas intenciones o de proyectos que hoy
empezamos y mañana abandonamos. Se trata de unirnos a Jesús, vid verdadera y de
permanecer siempre unidos a él porque permanecer unidos a él es la garantía de
recibir lo mejor del Padre y de dar buenos frutos: “Si permanecen en mí, y mis
palabras permanecen en ustedes, pidan lo que deseen, y se realizará. Con esto
recibe gloria mi Padre, con que den fruto abundante; así serán discípulos
míos.”
Hechos que son Noticias
Queremos orar por ti, envíanos tus intenciones,
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