25 de octubre de 2019
PRIMERA LECTURA
De la Carta de san Pablo a los Romanos 7, 18-25a
De la Carta de san Pablo a los Romanos 7, 18-25a
Hermanos: Sé muy bien que no es bueno eso que habita en
mí, es decir, en mi carne; porque el querer lo bueno lo tengo a mano, pero
el hacerlo, no. El bien que quiero hacer no lo hago; el mal que no quiero
hacer, eso es lo que hago. Entonces, si hago precisamente lo que no quiero,
señal que no soy yo el que actúa, sino el pecado que habita en mí. Cuando
quiero hacer lo bueno, me encuentro inevitablemente con lo malo en las manos.
En mi interior me complazco en la ley de Dios, pero percibo en mi cuerpo un principio
diferente que guerrea contra la ley que aprueba mi razón, y me hace prisionero
de la ley del pecado que está en mi cuerpo. ¡Desgraciado de mí! ¿Quién me
librará de este cuerpo presa de la muerte? Dios, por medio de nuestro Señor
Jesucristo, y le doy gracias.
Palabra de Dios.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 118
Del salmo 118
R/. Instrúyeme, Señor, en tus leyes.
• Enséñame a gustar y a comprender, porque me
fío de tus mandatos. R/.
• Tú eres bueno y haces el bien; instrúyeme en tus leyes. R/.
• Que tu bondad me consuele, según la promesa hecha a tu siervo. R/.
• Cuando me alcance tu compasión, viviré, y mis delicias serán tu voluntad. R/.
• Jamás olvidaré tus decretos, pues con ellos me diste vida. R/.
• Soy tuyo, sálvame, que yo consulto tus leyes. R/.
• Tú eres bueno y haces el bien; instrúyeme en tus leyes. R/.
• Que tu bondad me consuele, según la promesa hecha a tu siervo. R/.
• Cuando me alcance tu compasión, viviré, y mis delicias serán tu voluntad. R/.
• Jamás olvidaré tus decretos, pues con ellos me diste vida. R/.
• Soy tuyo, sálvame, que yo consulto tus leyes. R/.
EVANGELIO
Si saben interpretar el aspecto de la tierra y del cielo, ¿cómo no saben interpretar el tiempo presente?
Si saben interpretar el aspecto de la tierra y del cielo, ¿cómo no saben interpretar el tiempo presente?
Del Evangelio según san Lucas 12, 54-59
En aquel tiempo, decía Jesús a la gente:
“Cuando ven subir una nube por el poniente, dicen en seguida: ‘Chaparrón tenemos’,
y así sucede. Cuando sopla el sur, dicen: ‘Va a hacer bochorno’, y lo
hace. Hipócritas: si saben interpretar el aspecto de la tierra y del cielo,
¿cómo no saben interpretar el tiempo presente? ¿Cómo no saben juzgar ustedes
mismos lo que se debe hacer? Cuando te diriges al tribunal con el que te pone
pleito, haz lo posible por llegar a un acuerdo con él, mientras van de camino;
no sea que te arrastre ante el juez, y el juez te entregue al guardia, y el
guardia te meta en la cárcel. Te digo que no saldrás de allí hasta que no
pagues el último céntimo”.
Palabra del Señor.
REFLEXIONANDO LA
PALABRA
El evangelio de hoy (Lc 12,
54-59) nos presenta un llamamiento de parte de Jesús para aprender a leer los
“signos de los tiempos”. Fue este texto el que inspiró a Juan XXIII a convocar
a la Iglesia a percibir mejor las llamadas de Dios en los acontecimientos de la
historia de la humanidad.
Jesús expresa una
experiencia humana universal. Todos, cada cual en su país y en su región, saben
leer los aspectos del cielo y de la tierra. El cuerpo mismo percibe cuándo
amenaza lluvia o cuándo se avecina buen tiempo. Jesús se refiere a la
contemplación de la naturaleza como una de las fuentes más importantes del
conocimiento y de la experiencia que Él mismo tenía de Dios. Fue la
contemplación de la naturaleza lo que le ayudó a descubrir aspectos nuevos en
la fe y en la historia de su pueblo. Por ejemplo, la lluvia que cae sobre
buenos y malos, y el sol que nace sobre justos e injustos, le ayudarán a
formular una de las imágenes más revolucionarias: “¡Amen a sus enemigos!”.
Deberíamos mostrarnos menos expertos en la lectura de los fenómenos
naturales, pero más lúcidos en la comprensión del tiempo de la historia y del
tiempo de Dios; esta última actitud sería menos perjudicial que la cuestionada
por Jesús. Dado que se trata, esencialmente, de la gracia de la revelación
mesiánica, es urgente y decisivo aceptarla en el mismo momento en que se
presenta, y darla todas las posibilidades de producir los frutos de la
salvación de los cuales es portadora. Esto solo podría lograrse respondiendo,
desde la libertad y la obediencia, a las continuas llamadas a la conversión,
dirigidas por el Señor en su camino a Jerusalén.
PARA REFLEXIONAR
- ¿Nuestras
acciones y nuestro compromiso con los hermanos necesitados son señal de
unidad con Cristo para hacer visibles los tiempos de la salvación?
ORACIÓN
Gracias, Padre, Señor del cielo y de la tierra, que
por tu infinita misericordia has revelado los misterios del Reino a la gente
humilde, que se entrega a ti confiadamente. Amén.
(www.sanpablo.com.do)
"Yo he venido
para que tengan vida y vida en abundancia" (Jn 10,10)✍
No hay comentarios.:
Publicar un comentario