Color:
BLANCO
10 de enero
de 2020
Primera
lectura
Lectura de
la primera carta del apóstol san Juan 5, 5-13
Queridos
hermanos:
¿Quién es el
que vence al mundo sino el que cree que Jesús es el Hijo de Dios?
Este es el
que vino por el agua y la sangre: Jesucristo.
No solo de
agua, sino en el agua y en la sangre; y el Espíritu es quien da testimonio,
porque el Espíritu es la verdad.
Porque tres
son los que dan testimonio: el Espíritu, el agua y la sangre, y el testimonio
de los tres es único.
Si aceptamos
el testimonio humano, mayor es el testimonio de Dios. Pues este es el
testimonio de Dios, que ha dado testimonio acerca de su Hijo. El que cree en el
Hijo de Dios tiene el testimonio en sí mismo.
Quien no
cree a Dios lo hace mentiroso, porque no ha creído en el testimonio que Dios ha
dado acerca de su Hijo. Y este es el testimonio: Dios nos ha dado vida eterna,
y esta vida está en su Hijo. Quien teien al Hijo tiene la vida, quien no tiene
al Hijo de Dios no tiene la vida.
Os he
escrito estas cosas a los que creéis en el nombre del Hijo de Dios, para que os
deis cuenta de que tenéis vida eterna.
Palabra de
Dios
Te alabamos
Señor
Salmo
Sal 147,
12-13. 14-15. 19-20 R/. Glorifica al Señor, Jerusalén
Glorifica al
Señor, Jerusalén;
alaba a tu
Dios, Sion.
Que ha
reforzado los cerrojos de tus puertas,
y ha
bendecido a tus hijos dentro de ti. R/.
Ha puesto
paz en tus fronteras,
te sacia con
flor de harina.
Él envía su
mensaje a la tierra,
y su palabra
corre veloz. R/.
Anuncia su
palabra a Jacob,
sus decretos
y mandatos a Israel;
con ninguna
nación obró así,
ni les dio a
conocer sus mandatos. R/.
Lectura del
santo evangelio según san Lucas 5, 12-16
Sucedió que,
estando Jesús en una de las ciudades, se presentó un hombre lleno de lepra; al
ver a Jesús, cayendo sobre su rostro, le suplicó diciendo:
«Señor, si
quieres, puedes limpiarme».
Y
extendiendo la mano, lo tocó diciendo:
«Quiero,
queda limpio».
Y enseguida
la lepra se le quitó.
Y él le
ordenó no comunicarlo a nadie; y le dijo:
«Ve,
preséntate al sacerdote y ofrece por tu purificación según mandó Moisés, para
que les sirva de testimonio».
Se hablaba
de él cada vez más, y acudía mucha gente a oírlo y a que los curara de su
enfermedades.
Él, por su
parte, solía retirarse a despoblado y se entregaba a la oración.
Palabra del
Señor
Gloria a ti
Señor Jesús
REFLEXIONANDO
LA PALABRA
“Quien tiene
al Hijo, tiene la vida”
San Juan nos
recuerda, en la primera lectura, que “quien tiene al Hijo, tiene la vida; quien
no tiene al Hijo, no tiene la vida”. Sigue la lógica de lo dicho en su
evangelio, en el que nos ha presentado a Jesús como “la Palabra y… en ella
estaba la vida”, como “el pan de vida”, como el que ha venido “para que
tengamos vida y vida en abundancia”. ¿Quiénes somos los cristianos? Los que nos
hemos topado con Jesús. Él se ha hecho el encontradizo con nosotros y nos ha
convencido de que él es “el camino, la verdad y la vida”. Por eso, acudimos a
él constantemente para saciar nuestro fuerte anhelo de vida y alejar de
nosotros la muerte y los signos de muerte: la tristeza, el dolor, la
desilusión, la pena, el sinsentido, el vacío…
Acercarse a
Jesús sigue las leyes de las relaciones de amistad entre dos personas. El
influjo de una sobre la otra no es inmediato. Se necesita tiempo para llegar a
conocer a la otra persona, para llegar a “tocar” el corazón de la otra persona,
para que la otra persona nos influya y nos regale lo que alberga en su
interior. Por eso, necesitamos tiempo, tiempo para relacionarnos con Jesús,
escuchar su palabra, conocer sus sentimientos, calar en sus intenciones y
deseos… dejar que hiera nuestro corazón con la herida de su amor… sólo así nos
podrá dar vida y vida en abundancia.
Es cierto
que cuando uno ha oído hablar de Jesús y de su poder de curación, como le
ocurrió al leproso de este evangelio, se puede acercar confiado en su poder y
en su amor y pedirle: “Señor, si quieres puedes limpiarme”, y su respuesta es
inmediata: “Quiero, queda limpio”. Pero mantener una relación de amistad con
Jesús para que él nos pueda regalar constantemente vida… hace falta un trato
continuo con él.
José Alirio
Lagarejo Palomeque
Sacerdote
Que Dios
llene de paz tu casa y bendiga tu vida✍
Hechos que
son Noticias
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