Sábado, 21 de septiembre de 2019
Primera lectura
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Efesios
(4,1-7.11-13):
Yo, el prisionero por el Señor, os ruego que andéis como
pide la vocación a la que habéis sido convocados. Sed siempre humildes y
amables, sed comprensivos, sobrellevaos mutuamente con amor; esforzaos en
mantener la unidad del Espíritu con el vínculo de la paz. Un solo cuerpo y un
solo Espíritu, como una sola es la esperanza de la vocación a la que habéis
sido convocados. Un Señor, una fe, un bautismo. Un Dios, Padre de todo, que lo
trasciende todo, y lo penetra todo, y lo invade todo. A cada uno de nosotros se
le ha dado la gracia según la medida del don de Cristo. Y él ha constituido a
unos, apóstoles, a otros, profetas, a otros, evangelizadores, a otros, pastores
y maestros, para el perfeccionamiento de los santos, en función de su
ministerio, y para la edificación del cuerpo de Cristo; hasta que lleguemos
todos a la unidad en la fe y en el conocimiento del Hijo de Dios, al hombre
perfecto, a la medida de Cristo en su plenitud.
Palabra de Dios
Te alabamos Señor
Salmo
Sal 18,2-3.4-5
R/. A toda la tierra alcanza su pregón
El cielo proclama la gloria de Dios,
el firmamento pregona la obra de sus manos: el día al día le
pasa el mensaje, la noche a la noche se lo susurra. R/.
Sin que hablen, sin que pronuncien,
sin que resuene su voz, a toda la tierra alcanza su pregón
y hasta los límites del orbe su lenguaje. R/.
Lectura del santo evangelio según san Mateo (9,9-13):
En aquel tiempo, vio Jesús al pasar a un hombre llamado
Mateo, sentado al mostrador de los impuestos, y le dijo: «Sígueme.»
Él se levantó y lo siguió. Y, estando en la mesa en casa de
Mateo, muchos publicanos y pecadores, que habían acudido, se sentaron con Jesús
y sus discípulos. Los fariseos, al verlo, preguntaron a los discípulos: «¿Cómo
es que vuestro maestro come con publicanos y pecadores?»
Jesús lo oyó y dijo: «No tienen necesidad de médico los
sanos, sino los enfermos. Andad, aprended lo que significa "misericordia
quiero y no sacrificios": que no he venido a llamar a los justos, sino a
los pecadores.»
Palabra del Señor
Gloria a ti Señor Jesús
[17:52, 20/9/2019] José Lagarejo: Lecturas del San Mateo,
apóstol y evangelista
Sábado, 21 de septiembre de 2019
Primera lectura
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Efesios
(4,1-7.11-13):
Yo, el prisionero por el Señor, os ruego que andéis como
pide la vocación a la que habéis sido convocados. Sed siempre humildes y
amables, sed comprensivos, sobrellevaos mutuamente con amor; esforzaos en
mantener la unidad del Espíritu con el vínculo de la paz. Un solo cuerpo y un
solo Espíritu, como una sola es la esperanza de la vocación a la que habéis
sido convocados. Un Señor, una fe, un bautismo. Un Dios, Padre de todo, que lo
trasciende todo, y lo penetra todo, y lo invade todo. A cada uno de nosotros se
le ha dado la gracia según la medida del don de Cristo. Y él ha constituido a
uno…
REFLEXIONANDO LA PALABRA
“Para la edificación del cuerpo de Cristo”
Nunca debemos olvidarlo. La Iglesia, la comunidad de
seguidores de Cristo, es una comunidad de hermanos, por ser hijos de Dios. En
ella, en cuanto a la dignidad, nadie es superior a nadie. El Papa, los
cardenales, los obispos, los sacerdotes, los religiosos/as… no tienen más
categoría, más dignidad que el último fiel bautizado. Tenemos todos una gran
dignidad común: hijos y hermanos, hijos de Dios y hermanos unos de otros. Para
servir a esa comunidad fraterna “Cristo ha constituido a unos apóstoles, a
otros, profetas; a otros evangelistas, a otros pastores y doctores”. Con una
misión: “el perfeccionamiento de los files… para la edificación del cuerpo de
Cristo”.
En la fiesta de elegido apóstol y evangelista San Mateo,
debemos recordar la común gran dignidad de los seguidores de Jesús, y que cada
uno, desde el lugar que ocupe, debemos trabajar para la edificación en el amor
del cuerpo de Cristo.
“Sígueme. Él se levantó y lo siguió”
La fuerza atractiva de la persona de Jesús, desde su
aparición en la tierra hasta el día de hoy, sigue siendo muy fuerte. Tan fuerte
como para seducir, cautivar a muchas personas, a millones y millones de
personas. ¿Dónde radica su poderosa fuerza atractiva? En su manera de vivir, en
cómo se relaciona con Dios, en cómo se relaciona con los hombres y mujeres, en
cómo encara las diversas situaciones la vida: el dolor, la alegría, la muerte,
los sinsabores humanos, el futuro personal, el más allá… y, parte fundamental
de su fuerza atractiva, reside en que a todos con los que se encuentra les
ofrece su amistad. Lo sabemos por propia experiencia. No hay nada que nos
atraiga tanto como el amor, pero el amor de personas concretas, y si esa
persona es Dios…
No nos extraña que Mateo, cuando Jesús le dijo “sígueme”,
dejara el buen puesto que tenia de recaudador de impuestos, y siguiese a Jesús.
Sabiendo que hacía un gran negocio, el negocio de su vida, que recibía mucho
más que lo que dejaba.
A San Mateo debemos agradecerle el regalo del evangelio de
la vida, muerte y resurrección de Jesús, nuestro Maestro y Señor.
Fraternalmente tu hermano en la fe José Alirio Lagarejo
Palomeque
Hola:
Saludos en Cristo, Señor de todos. Me comunico contigo esta vez para hacer
entrega del Programa Reflexionado la Palabra.
El video saldrá en
directo en: https://youtu.be/zdRrqY6jAm8. Es bueno que entres por haciendo tíquiti en
este enlace para ir directamente a You tuve, si no lo has hecho, te puedes
registra y si te gusta lo puedes compartir con tus contactos.
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