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24 de abril de 2020
El Evangelio de hoy en AUDIO
REFLEXIONANDO LA PALABRA
“Si es cosa de Dios”
Estos días, a través de la primera lectura de los
Hechos de los Apósteles, vemos cómo los apóstoles predican abiertamente a Jesús
resucitado. Las autoridades religiosas judías intentan hacerles callar, les
meten en la cárcel, les prohíben que hablen… cosa que no consiguen. Sin saber
muy bien qué hacer, Gamaliel, “doctor en la ley, respetado por todo el pueblo,
se levantó en el Consejo” y tuvo una reflexión muy sensata. “Si es cosa de
Dios…” lo de los apósteles seguirá adelante.
Los XXI siglos de existencia de la Iglesia, la
comunidad de seguidores de Jesús muerto y resucitado, es una prueba de que lo
predicado por los apósteles es cosa de Dios. Bien sabemos que no todo en
nuestra comunidad cristiana es bueno, y que quienes la formamos somos justos y
pecadores al mismo tiempo. Pero esta es una prueba más de que Jesús, el Hijo de
Dios, sigue en medio de nosotros, sosteniendo a su iglesia. “Yo estaré siempre con vosotros hasta la
consumación de los siglos”.
“Iban a llevárselo para proclamarlo Rey”
Nos podemos preguntar por qué la iglesia coloca este
evangelio de la multiplicación de los panes y los peces en este tiempo que
estamos, que es el tiempo de Resurrección. Una respuesta a flor de piel es
porque este evangelio entronca con la resurrección de Jesús.
Poco a poco, cada día que se va adentrando más y más
en proclamar su buena noticia al pueblo,
Jesús va dando señales de quién es realmente, no solo es hombre, es también
Dios, es también el Hijo de Dios. Y porque es el Hijo de Dios puede realizar
signos especiales, milagros. Y porque es el Hijo de Dios no puede morir para
siempre y su Padre Dios le resucitará al tercer día. Y porque es Hijo de Dios
nos conquistará para todos nosotros resucitar después de nuestra muerte a una
vida de total felicidad y para siempre.
Los que han presenciado el milagro de Jesús y son
saciados de pan y pescado, le quieren proclamar Rey, un rey milagrero que sacie
sus necesidades materiales. Pero Jesús deja claro que quiere ser otro tipo de
Rey. Viene a ofrecernos su cuerpo y su sangre que contiene lo que más necesita
el corazón humano y que salta hasta la vida eterna, hasta la resurrección: su
amor, su perdón, su luz, su vida de esclavo… Jesús es un Rey especial.
José Alirio Lagarejo Palomeque
Sacerdote
““La piedra que desecharon
los arquitectos es ahora la piedra angular. Es el Señor quien lo ha hecho, ha
sido un milagro patente. Este es el día en que actuó el Señor: sea nuestra
alegría y nuestro gozo” (Sal 117)✍
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Cristian
Peralta, SJ
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