15 de junio de 2020
Primera
Lectura del primer libro de los Reyes (21,1-16):
Por aquel tiempo, Nabot, el de Yezrael, tenía una
viña pegando al palacio de Ajab, rey de Samaria.
Ajab le propuso: «Dame la viña para hacerme yo una
huerta, porque está al lado, pegando a mi casa; yo te daré en cambio una viña
mejor o, si prefieres, te pago en dinero.»
Nabot respondió: «¡Dios me libre de cederte la
heredad de mis padres!»
Ajab marchó a casa malhumorado y enfurecido por la
respuesta de Nabot, el de Yezrael, aquello de: «No te cederé la heredad de mis
padres.»
Se tumbó en la cama, volvió la cara y no quiso
probar alimento.
Su esposa Jezabel se le acercó y le dijo: «¿Por qué
estás de mal humor y no quieres probar alimento?»
Él contestó: «Es que hablé a Nabot, el de Yezrael, y
le propuse: "Véndeme la viña o, si prefieres, te la cambio por otra."
Y me dice: "No te doy mi viña."»
Entonces Jezabel dijo: «¿Y eres tú el que manda en
Israel? ¡Arriba! A comer, que te sentará bien. ¡Yo te daré la viña de Nabot, el
de Yezrael!»
Escribió unas cartas en nombre de Ajab, las selló
con el sello del rey y las envió a los ancianos y notables de la ciudad,
paisanos de Nabot. Las cartas decían: «Proclamad un ayuno y sentad a Nabot en
primera fila. Sentad en frente a dos canallas que declaren contra él: "Has
maldecido a Dios y al rey." Lo sacáis afuera y lo apedreáis hasta que
muera.»
Los paisanos de Nabot, los ancianos y notables que
vivían en la ciudad, hicieron tal como les decía Jezabel, según estaba escrito
en las cartas que habían recibido.
Proclamaron un ayuno y sentaron a Nabot en primera
fila; llegaron dos canallas, se le sentaron enfrente y testificaron contra
Nabot públicamente: «Nabot ha maldecido a Dios y al rey.»
Lo sacaron fuera de la ciudad y lo apedrearon hasta
que murió.
Entonces informaron a Jezabel: «Nabot ha muerto
apedreado.»
En cuanto oyó Jezabel que Nabot había muerto
apedreado, dijo a Ajab: «Hala, toma posesión de la viña de Nabot, el de
Yezrael, que no quiso vendértela. Nabot ya no vive, ha muerto.»
En cuanto oyó Ajab que Nabot había muerto, se
levantó y bajó a tomar posesión de la viña de Nabot, el de Yezrael.
Palabra
de Dios
Sal 5,2-3.5-6.7
R/. Atiende a mis gemidos, Señor
Señor, escucha mis palabras,
atiende a mis gemidos,
haz caso de mis gritos de auxilio,
Rey mío y Dios mío. R/.
Tú no eres un Dios que ame la maldad,
ni el malvado es tu huésped,
ni el arrogante se mantiene en tu presencia. R/.
Detestas a los malhechores,
destruyes a los mentirosos;
al hombre sanguinario
y traicionero lo aborrece el Señor. R/.
Lectura del santo evangelio según san Mateo (5, 38-42):
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Habéis oído que se dijo: "Ojo por ojo, diente por diente". Yo, en
cambio, os digo: No hagáis frente al que os agravia. Al contrario, si uno te
abofetea en la mejilla derecha, preséntale la otra; al que quiera ponerte
pleito para quitarte la túnica, dale también la capa; a quien te requiera para
caminar una milla, acompáñale dos; a quien te pide, dale, y al que te pide
prestado, no lo rehuyas.»
Palabra
del Señor
“Tú que habitas al amparo del Altísimo, que vives a la sombra del
Omnipotente, di al Señor: «Refugio mío, alcázar mío, Dios mío, confío en ti”
(Sal 90)✍️
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