(San Marcelino
y San Pedro)
Color:
VERDE/ROJO
2 de junio de 2020
Primera lectura
Lectura de la segunda carta del apóstol san Pedro
(3,12-15a.17-18):
Esperad y apresurad la venida del Señor, cuando desaparecerán los
cielos, consumidos por el fuego, y se derretirán los elementos. Pero nosotros,
confiados en la promesa del Señor, esperamos un cielo nuevo y una tierra nueva
en que habite la justicia. Por tanto, queridos hermanos, mientras esperáis
estos acontecimientos, procurad que Dios os encuentre en paz con él, inmaculados
e irreprochables. Considerad que la paciencia de Dios es nuestra salvación.
Así, pues, queridos hermanos, vosotros estáis prevenidos; estad en guardia para
que no os arrastre el error de esos hombres sin principios, y perdáis pie.
Creced en la gracia y el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo, a
quien sea la gloria ahora y hasta el día eterno. Amén.
Palabra de Dios
Sal 89
R/. Señor, tú has sido nuestro refugio de generación en generación
Antes que naciesen los montes
o fuera engendrado el orbe de la tierra,
desde siempre y por siempre tú eres Dios. R/.
Tú reduces el hombre a polvo,
diciendo: «Retornad, hijos de Adán.»
Mil años en tu presencia
son un ayer, que pasó; una vela nocturna. R/.
Aunque uno viva setenta años,
y el más robusto hasta ochenta,
la mayor parte son fatiga inútil,
porque pasan aprisa y vuelan. R/.
Por la mañana sácianos de tu misericordia,
y toda nuestra vida será alegría y júbilo.
Que tus siervos vean tu acción,
y sus hijos tu gloria. R/.
Lectura del santo evangelio según san Marcos (12,13-17):
En aquel tiempo, enviaron a Jesús unos fariseos y partidarios de
Herodes, para cazarlo con una pregunta. Se acercaron y le dijeron: «Maestro,
sabemos que eres sincero y que no te importa de nadie; porque no te fijas en lo
que la gente sea, sino que enseñas el camino de Dios sinceramente. ¿Es lícito
pagar impuesto al César o no? ¿Pagamos o no pagamos?»
Jesús, viendo su hipocresía, les replicó: «¿Por qué intentáis
cogerme? Traedme un denario, que lo vea.»
Se lo trajeron. Y él les preguntó: «¿De quién es esta cara y esta
inscripción?»
Le contestaron: «Del César.»
Les replicó: «Lo que es del César pagádselo al César, y lo que es
de Dios, a Dios.»
Se quedaron admirados.
Palabra del Señor.
“Tú que habitas al amparo del Altísimo, que vives a la sombra del
Omnipotente, di al Señor: «Refugio mío, alcázar mío, Dios mío, confío en ti”
(Sal 90)✍️
Hechos que son Noticias

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